PEKADO MORTAL TEMPRANILLO
RIBERA DEL DUERO
PEKADO MORTAL TEMPRANILLO
RIBERA DEL DUERO
PEKADO MORTAL TEMPRANILLO es la apuesta con especial incidencia en la Ribera del Duero de un tinto de calidad, producido en el pueblo de Fuentecén, en la zona de la ribera burgalesa más alta, donde tenemos nuestras parcelas de tempranillo de viñedos de 50 a 70 años que cultivamos y mimamos con mucho cariño.
Nuestro proyecto en la Ribera del Duero nos llevó hace 3 años a elaborar la primera cosecha de Pekado Mortal después de muchos años de experiencia en la zona. Buscábamos un vino fresco, de calidad diferencial de cara al mercado internacional.
VIÑEDO
Para la elaboración de Pekado Mortal partimos de la selección de uvas de 5 de nuestras parcelas, todas ellas situadas entre 800 y 900 metros sobre el nivel de mar, plantadas en vaso a tresbolillo.
SUELOS
Los suelos de nuestros viñedos son de canto rodados, que además de aportar mineralidad, facilitan el drenaje y retienen el calor diurno para cederlo a las plantas por la noche.
CATA
VISTA: rojo cereza con reflejos violáceos, de capa media, con gran estructura.
NARIZ: alta intensidad aromática con aromas de fruta negra madura (grosella, mora, arándanos o cerezas negras) con un fondo balsámico de clavo, pimienta, café y ahumados.
BOCA: disfrutamos de su estructura y cuerpo con tanino amable, donde predomina el frescor. En el retronasal persisten las frutas negras en mermelada y los chocolates.
TEMPERATURA DE SERVICIO: entre 12 y 16ºC.
CONSUMO: potencial de guarda de 6-8 años en condiciones óptimas de conservación.
MARIDAJE: pescados, guisos, arroces y carnes blancas y rojas.
PRODUCCIÓN: 5.000 botellas de 75cl. de la cosecha 2018.
VENDIMIA
Se lleva a cabo normalmente entre el 1 de octubre y el 1 de noviembre. Se realiza en cajas de 15 kg para proteger al máximo las uvas y se preseleccionan los racimos en el propio viñedo.
ELABORACIÓN
Una vez en la bodega, las uvas pasan por una segunda selección de racimos en mesa de selección; donde cada parcela es elaborada por separado para llevar a fin la personalidad individual de cada una de ellas. Después realizamos un despalillado y pasamos las uvas a un depósito de maceración para mantenerlas a 10ºC durante 6-8 días y extraer el máximo de potencial de esas uvas. Posteriormente dejamos que suba la temperatura por si sola y fermente con las levaduras autóctonas de la uva, procurando que la temperatura no suba nunca de 28ºC para preservar la expresión frutal durante 20-25 días. Una vez terminada la fermentación alcohólica, se descuba y prensa. El vino resultante se lleva a barricas de 225 litros donde hará la fermentación maloláctica y posterior crianza durante 12-15 meses en barrica de roble francés y americano, realizando batonnages periódicos para luego realizar el coupage en función de la personalidad de cada una de las barricas. Una vez embotellado, el vino permanece un mínimo de 12 meses en la bodega antes de su comercialización.